El divorcio es de las cosas lícitas lo que más disgusta a Dios de acuerdo a la tradición profética. El esposo no puede oprimir a la mujer y divorciarse sin motivo que lo justifique. Los familiares y eventualmente un juez al que la esposa recurra podrán intentar hacer cambiar de opinión al esposo. Pero si éste insistiese en su deseo de divorciarse sin un motivo que lo justifique, el divorcio puede ser válido como tal pero tendrá que dar cuenta ante Dios de su irresponsabilidad y los…