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¿Qué diferencias sustanciales hay entre el judaísmo y el Islam?

¿Qué diferencias sustanciales hay entre el judaísmo y el Islam?

Respuesta:

Los musulmanes creemos en el profeta Abraham, sus hijos Ismael, Isaac, y los profetas que han descendido de ellos, los llamados Pro­fetas de Israel. Todos ellos están mencionados en el Sagrado Corán así como las revelaciones que recibieron. Pero los judíos no creyeron en Jesús, en María y en el Profeta Muhammad, la bendición y paz sea con ellos.

El envío de un Profeta a una comunidad es una distinción para ésta pero también una gran responsabilidad ante Dios y ante el resto de la gente. Si se obedece a los profetas, entonces Dios realza su reputación en este mundo y en el otro. El pueblo elegido para recibir un mensaje no necesariamente será el pueblo elegido por Dios en el sentido de los más reconocidos y amados por Dios. Lo mismo ocu­rre con los árabes o con cualquier otro pueblo que recibe la revela­ción del Altísimo y a Sus maestros y a Sus guías.

Dios no distingue a los seres humanos sino por su piedad y vir­tud, no por otra cosa. Dice el Sagrado Corán: "¡Hombres! Os hemos creado de un varón y una mujer y hemos hecho de vosotros pueblos y tribus para que os conozcáis y os tratéis con benevolencia los unos a los otros. Para Dios el más noble de entre vosotros es el más piadoso. Dios es Omnis­ciente, está bien informado". (S. Corán 49: 13)

Quiero aclarar que la supuesta pelea de siglos entre los judíos y los musulmanes o los árabes no es tal. Por el contrario siempre han con­vivido uno al lado del otro. Los judíos tuvieron una época de esplen­dor cultural en la España musulmana y muchas veces se refugiaron en el mundo islámico cuando fueron perseguidos en otras partes.

El conflicto comienza con la creación del Estado de Israel en terri­torio palestino y a costa de este pueblo. La tesis de "un pueblo (el judío) sin tierra para una tierra (Palestina) sin pueblo", se ha evidencia­do falsa, pues hoy la mayoría de los judíos que apoyan al estado de Israel dicen estar dispuestos a aceptar la creación de un estado palestino para este mismo pueblo al que en un principio negaban y al que han sometido a todo tipo de abusos, aberraciones y humilla­ciones por sesenta años para tratar de borrarlo del mapa. Por lo tanto, el pueblo existía y existe, y lo que hicieron los sionistas fue expulsarlo de sus casas, de su tierra, matarlos y torturarlos. Hay más de cuatro millones de palestinos fuera de su territorio viviendo como refugiados por el mundo. Creyeron que sería fácil librarse de este pueblo valiente y lleno de fe, pero fracasaron y hoy el pueblo palestino está de pie luchando por su existencia y clamando al mun­do por sus legítimos derechos.

Pero, el llamado conflicto "árabe-israelí", no es un conflicto de los árabes o los musulmanes con el judaísmo o con los judíos, sino con la interpretación sionista del judaísmo a la que algunos hebreos también se opusieron y se oponen en nombre de los valores esencia­les y proféticos del judaísmo. No comulgan con el sionismo y la creación del Estado de Israel porque solo lo consideran posible y adecuado mediante el propio Mesías esperado para que sea un Estado de Justicia, no como el actual estado secularista sionista que destruyo al pueblo palestino trayendo judíos de todas partes del mundo a costa de los propios habitantes del lugar. Existe por ejemplo en el mundo el movimiento judío de Neturei Karta  muy activo y muy critico del Estado de Israel al que cataloga de enemigo del judaísmo, de los judíos y de los palestinos. Para los rabinos de este movimiento y otros opuestos al régimen sionista, un verdadero Estado de Israel debería ser aliado de los profetas, no del imperialismo anglo-sajón.

El líder de la India, Mahatma Ghandi dijo que mi simpatía por los judíos no puede llevarme a aceptar  un Estado que se impuso mediante las bayonetas de los ingleses.           .

Desde el punto de vista de la ley y las normas, existen algunas semejanzas llamativas entre el judaísmo y el Islam, como ser algu­nas normas alimentarias, la circuncisión, cierta observancia del pu­dor entre las mujeres, la no promiscuidad entre los sexos, el casa­miento de los religiosos, etc. Hay muchas creencias y normas en común y a lo largo de la historia se han producido importantes en­cuentros como en Andalusía.

Sheij Abdulkarim Paz